La historia de este palacio se remonta al siglo XVII, cuando el arzobispo Paris Lodron decidió construir una residencia digna de su estatus. La obra se completó en 1660 bajo la dirección del arquitecto italiano Santino Solari, y desde entonces ha sido un ícono de poder y elegancia.

Congreso de Salzburgo (1814)

Durante el Congreso de Salzburgo, el Palacio Arzobispal o “Erzbischöfliches Palais” fue el epicentro de las discusiones que darían forma al futuro político de Europa después de las Guerras Napoleónicas. Delegados de las principales potencias europeas se reunieron en estos salones para negociar acuerdos y establecer las bases para la restauración del equilibrio político en el continente.

Residencia de Arzobispos

Desde su construcción en el siglo XVII, el palacio ha servido como la residencia oficial de los arzobispos de Salzburgo. A lo largo de los años, diferentes arzobispos han dejado su huella en el palacio, contribuyendo a su historia y encanto únicos.

Lo más destacado

El Salón de los Tapices

Uno de los lugares más impresionantes del palacio es el Salón de los Tapices. Aquí, las paredes están adornadas con tapices antiguos que cuentan historias interesantes y a menudo misteriosas. Cada tapiz es una ventana al pasado, y algunos incluso han desconcertado a historiadores con sus simbolismos enigmáticos.

El Reloj Astronómico

En el palacio, encontrarás un reloj astronómico que ha estado marcando el paso del tiempo durante siglos. Este dispositivo no solo es una maravilla técnica, sino que también ha sido testigo silencioso de innumerables eventos históricos que han transcurrido frente a él.

El Salón de los Espejos

Uno de los salones más notables del palacio es el Salón de los Espejos, famoso por sus decoraciones suntuosas y la iluminación especial que crea una atmósfera única. Es un lugar donde los arzobispos celebraban eventos importantes, y hoy en día, los visitantes pueden sentirse parte de la historia mientras exploran este salón impresionante.