El Memorial del Holocausto, llamado oficialmente «Monumento a los judíos asesinados en Europa», se dedicó en 2005 a conmemorar a las víctimas del Holocausto. Creado por el arquitecto Peter Eisenman, el diseño del monumento consta de 2.711 bloques de hormigón dispuestos en un patrón ondulado conocido como «los «Stelae». La intención es transmitir una sensación de desorientación y opresión al caminar por el monumento. No hay una interpretación concreta del significado de los bloques, dejando a los visitantes una experiencia personal del laberinto y un homenaje a las víctimas del Holocausto.

Debajo del monumento hay un centro de información subterráneo que proporciona detalles históricos sobre las víctimas del Holocausto y la persecución nazi.

Una de las salas más impresionantes es aquella cuyas paredes están revestidas con los nombres y años de nacimiento de las víctimas del Holocausto. La lectura de los nombres y biografías de la forma en la que se presentan podría durar más de 6 años.