El Museo de Historia Natural de Hungría es una institución que desde su fundación en 1802 ha sido el hogar de vastas y variadas colecciones que cuentan la historia natural de Hungría y el mundo. Originalmente, la colección del museo comenzó con la donación de minerales y fósiles del conde Ferenc Széchényi, cuyo compromiso con la ciencia y la educación plantó las semillas de lo que se convertiría en una de las instituciones científicas más importantes de Hungría.

Con el paso de los años, el museo ha crecido exponencialmente, incorporando colecciones de botánica, zoología, antropología y geología. Uno de los momentos más destacados en la historia del museo fue la incorporación de la colección de plantas del médico y botánico Pál Kitaibel, que enriqueció enormemente la sección de botánica. Durante el siglo XIX, las expediciones científicas aumentaron la riqueza de las colecciones, trayendo especímenes de todo el mundo.

Entre sus principales atracciones se encuentran:

• Colección de Meteoritos: El museo alberga una de las colecciones de meteoritos más grandes de Europa, con más de 1,200 piezas. Uno de los más destacados es el meteorito Knyahinya, que cayó en Hungría en 1866 y es uno de los mayores hallazgos en Europa.
• Esqueleto de Dinosaurio Completo: Entre sus tesoros se encuentra el esqueleto completo de un dinosaurio, que es una de las piezas más impresionantes del museo. Este fósil ofrece una visión fascinante de la vida prehistórica.
• Animales Extintos: El museo cuenta con réplicas y restos de animales que se extinguieron en Europa en los últimos siglos, como el uro, una especie de toro salvaje, y el alce gigante irlandés.
• Colección de Insectos: Su colección de insectos es impresionante, con más de 6 millones de ejemplares, incluyendo algunas especies muy raras y exóticas. Esta colección es una de las más grandes y diversas de su tipo en Europa Central.
• Exhibiciones Interactivas: El museo cuenta con numerosas exhibiciones interactivas que permiten a los visitantes aprender sobre la historia natural de manera divertida y educativa. Desde estaciones de realidad virtual hasta simulaciones de terremotos, estas exhibiciones hacen que la ciencia sea accesible y emocionante para todas las edades.